Quienes somos


Somos Cecilia y Leandro. Nos conocimos estudiando Ciencias Económicas, y desde allí, continuamos nuestro camino juntos. 

Luego de 20 años de acompañar a empresas y empresarios argentinos en la gestión de sus negocios, emprendimos el camino de co-crear un proyecto propio. 

Así nace HUANACO, un nuevo eslabón de la cadena de valor de fibras naturales argentinas de producción consciente. 



Nuestro recorrido

Comenzamos vendiendo madejas de pura lana, hiladas a mano por un grupo de mujeres rurales, que rescataron esta técnica en el marco de un proyecto de economía social de la provincia de Buenos Aires. Luego, trabajamos con madejas de cabra de angora de una Cooperativa de Pequeños Productores Minifundistas de Neuquén, a las que les dimos color con tintes naturales. 

Al año siguiente, incorporamos madejas de lana merino patagónica, y ya con más experiencia en los procesos con tintes naturales, presentamos una colección de colores especialmente pensados para el tejido de diseño, la que tuvo una gran repercusión. Fue entonces, cuando confirmamos que HUANACO estaba listo para dar el siguiente paso, y decidimos llevar el proyecto a otra escala: realizar nuestra propia producción de hilados de fibras naturales.

Desde que nos sumergimos en este mundo de las fibras naturales, fuimos conociendo a los productores y sus prácticas; aprendimos sobre los animales y sus cuidados; empatizamos con sus problemas y desafíos; y nos alegramos con cada logro ¡y cada buena temporada! 

Poder contarles de dónde viene cada madeja, ha sido un objetivo ambicioso, que nos ha llevado a involucrarnos en la cadena de valor. Fuimos buscando respuesta a todas las preguntas que iban surgiendo: de dónde viene la fibra? qué trato reciben los animales? qué consecuencias ambientales tiene su forma de producción? cómo impacta en la economía de la región y de los propios productores?

Y descubrimos espacios con prácticas y procesos respetuosos con el medio ambiente, con los animales, y con las personas. Descubrimos productores que trabajan imitando a la naturaleza. Y decidimos continuar agregando valor a su producción, honrando el trabajo realizado y los resultados obtenidos. 


100% hecho en Argentina

En enero de 2024 realizamos nuestra primera producción. Merino de la Patagonia es un hilado exquisito, super suave, muy agradable al contacto con la piel, con una torsión firme, forma redondeada y perfecta definición de puntos.

En pequeña escala, hilamos la más exquisita fibra de lana merino, agregando aún más valor al trabajo que comenzaron los productores en sus campos. El 100% de esta materia prima proviene de rebaños cuidados de la Patagonia Argentina, en los que se miden los impactos ambientales y la salud del suelo. Los productores gestionan sus tierras y su ganado imitando a la naturaleza: una saludable relación entre el herbívoro y los pastizales que conduce a un ecosistema próspero, mayor biodiversidad, agua más limpia y suelo más sano.

Como siempre, teñimos artesanalmente cada madeja con tintes naturales, para que todos puedan disfrutar con sus tejidos de los colores que nos brinda la naturaleza.


Trazabilidad custodiada del campo a la madeja

Desde que decidimos realizar nuestra propia producción de hilados naturales, diseñamos procesos de gestión y de producción que nos permitieran custodiar la trazabilidad de la lana del campo a la madeja.

Merino de la Patagonia es un hito en la historia de HUANACO, ya que hemos logrado documentar la trazabilidad de cada madeja, cumpliendo con los estándares y protocolos de Land to Market™, conectando los productos provenientes de campos regenerativos con el consumidor.

Merino de la Patagonia es nuestro primer producto de origen regenerativo verificado por esta entidad internacional, tal como lo indica el sello en cada madeja.

HUANACO es orgulloso miembro de Land to Market™, que es la primera solución del mundo de abastecimiento regenerativo verificado para materias primas, incluyendo la lana. Land to Market™ está trabajando con marcas de todo el mundo para sanar el planeta a través de la regeneración de sus pastizales.


¡Gracias por acompañarnos!